domingo, 7 de febrero de 2010

Justicia y Dignidad para Latinoamérica.


Durante dos semanas he podido vivir intensamente desde dentro de la organización el proyecto, el plan, y el desarrollo diario de una actividad apasionante como es la de trabajar para erradicar la pobreza extrema en Latinoamérica.
Un Techo para mi País surge en 1996, en Chile como un movimiento de universitarios inspirados y liderados por Felipe Berrios. Este grupo de estudiantes viajó al sur de Chile a una de las zonas más pobres del país para construir y convivir durante unos días con las familias más pobres del lugar.
La experiencia fue muy positiva, y decidieron entonces comenzar a construir viviendas para estas familias, pensaron que quizás necesitarían viviendas antes que una capilla. El movimiento universitario prendió con tanta fuerza que se plantearon un objetivo común que consistía en construir 2000 viviendas para el año 2000. El objetivo se cumplió con creces y lo que comenzó como 2000 viviendas para el 2000 se convirtió en "2000 viviendas EN el 2000".
Aquello empezaba a tomar dimensiones importantes, pero quizás los protagonistas aún no se estaban dando cuenta de la importancia de su trabajo.
Hoy UTPMP está presente en 15 países de Latinoamérica, se han construido más de 43.000 viviendas de emergencia, y se han movilizado más de 200.000 voluntarios.
El denominador común de toda la gente que he conocido durante mi corta experiencia con El Techo es el de Personas jóvenes, altamente preparadas, y con un fuerte compromiso con el proyecto. Todos son conocedores de la realidad que se vive en sus países, y sin rubor, trabajan duro en el día día para denunciar esta realidad con su trabajo.
Una de las claves del éxito de esta organización es que su denuncia no consiste en manifestarse por las calles ni en organizar movilizaciones radicales frente a los gobiernos. Su denuncia es el esfuerzo diario, y el trabajo junto a las familias.
Cuando no se conoce en profundidad el trabajo, uno puede pensar que con la simple construcción de viviendas no se va a solucionar el problema...
Si se quedaran en eso podría ser cierto, pero la verdadera fuerza de estas construcciones está en los vínculos y en los lazos que se crean entre jóvenes estudiantes universitarios pertenecientes a la 1ª velocidad del desarrollo de Latinoamérica con las familias de los asentamientos que ningún vínculo tienen con esta 1ªvelocidad. Esta es una de las claves para acabar con esta situación, los mas pobres sin oportunidades, de repente se vinculan con las redes de estos estudiantes, y ahí está la verdadera chispa que enciende la esperanza para miles de personas.
La segunda razón por la que creo firmemente en este proyecto es que estos universitarios conscientes de la pobreza en sus países, y comprometidos en la lucha para acabar con ella, son y serán los directivos de las empresas , de las instituciones, y de los gobiernos de la Latinoamérica de los próximos 40 años. Aquí está la verdadera solución, por que estos chicos no mirarán hacia otro lado, estos chicos tomarán las riendas, y trabajarán sin duda para acabar con tanta injusticia.

" Sin justicia no hay Dignidad"