No me acostumbraré nunca...

Por mas veces que uno pueda visitar estos lugares, cuesta acostumbrarse.
Vamos circulando por una calle empinada, a ambos lados pequeños locales " Vulcanizados" (lugares donde se arreglan pinchazos), "Pulperías" (Casas particulares donde se puede encontrar desde un litro de leche , hasta una recarga de Movistar).
Enseguida sabemos que estamos llegando, el asfalto desaparece bajo nuestros pies y nos adentramos en un camino lleno de "Hoyos" (Baches), y de torrentes de agua de las lluvias tropicales (Estamos en invierno y llueve torrencialmente a diario).
Aparcamos junto a una choza , y Fede nos dice que aguardemos. Va en busca de Don José , uno de los líderes del asentamiento.
Regresa con Don José , un hombre de unos 48 años, con cara de buena gente. Es un señor encantador que nos brinda toda su hospitalidad, aprieta la mano con fuerza y mira a los ojos... ! Me gusta!.
Saluda con afecto y con cariño a todo el grupo, incluidos los niños. Caminamos por las calles llenas de barro agua y basura.
Este lugar tiene mejor aspecto que el asentamiento de Lima, hay menos basura, y al estar las casas construidas sobre terreno plano y entre la vegetación (Inexistente en el de Lima), todo tiene un aspecto algo mas ordenado.
De la mano de Don José pedimos permiso a una señora (propietaria de una de las ultimas casas construidas con la colaboración del techo) para poder visitar su casa.
La señora amablemente nos invita a pasar, está con sus 5 nietecitos en la puerta de la casa, justo en este momento están en el momento de la ducha, todos desnuditos, correteando por su patio, empapados en el agua que les lanza su abuela.
Visitamos la casa y nos relata desde cuando está viviendo allá, lo mucho que agradece al Techo su ayuda, se la ve contenta y satisfecha. A pesar de carecer de lo más elemental, se la ve feliz.
Lección de vida.
Nos hacemos unas fotos con ellos y continuamos con la visita.
No os puedo describir la mirada de mis hijos, están sorprendidos, pero perfectamente adaptados al entorno.
(esta entrada relata la visita del 6 de agosto, pero por problemas de comunicaciones durante el viaje no la he podido publicar antes).
Continuará...