Se percibe un fuerte olor no se sabe muy bien a qué. Mezcla de basura,letrinas, cocina, y fuego de leña... A mi alrededor veo casas medio derruidas, y me encuentro rodeado de perros hambrientos que se acercan timidamente a identificar al forastero.
Camino por un camino salpicado de barro, piedras, excrementos de perro, piedras, basura. El cielo permanece encapotado acá en Lima, y la humedad te cala los huesos.
De pronto sale un sonido brutal al otro lado de las paredes de una infravivienda, paredes de madera, y plásticos en las ventanas, es María Carey...si,si, evidentemente no en persona, pero suena su música enlatada en un impresionante equipo Panasonic, la casa apenas se mantiene en pie...
Cincuenta escalones arriba se escuchan las noticias en una emisora de radio, y las cuñas publicitarias hablan de teléfonos celulares, Internet, carros,etc, giro la cabeza y entre la maraña de cables de luz y telefono que cuelgan por los cielos aparece ante mis ojos la antena parabólica, quizás vale mas que la casa, pero... En este océano de miseria ?quien les va a negar su derecho a consumir su dosis de superficialidad? La tele, los equipos de música y los ordenadores, les mantienen conectados a la primera velocidad, aunque no la disfruten hoy, al menos saben que existe, quizás les anime a luchar para salir de aquí, y algún día consigan acceder a una casa (con hipoteca impagable) a un carro (a pagar a cómodos plazos) , ?una vida mejor? No sé, más cómoda seguro, mas feliz ... No necesariamente.
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